"Para y date una oportunidad a ti mismo" Aaron Beck

La ansiedad en verano:
cómo gestionarla para mejorar nuestro bienestar

Ocho estrategias prácticas para mantener la calma durante el verano.

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El verano es una estación que trae consigo muchas expectativas: vacaciones, días largos, actividades al aire libre y momentos de descanso. Sin embargo, también puede ser una época que genera ansiedad en muchas personas. ¿Por qué sucede esto? A veces, los cambios en la rutina, las expectativas sociales o las propias metas personales pueden generar estrés y preocupación.

¿Qué cambios del verano pueden causar ansiedad?

  • Alteración de la rutina diaria: Las vacaciones, los horarios diferentes y la interrupción de las obligaciones laborales o académicas pueden generar incertidumbre y sensación de descontrol.

  • Presión social y comparaciones: Las redes sociales muestran imágenes de vacaciones perfectas, cuerpos ideales y momentos felices, lo que puede aumentar sentimientos de insuficiencia o ansiedad por no estar a la altura.

  • Expectativas no cumplidas: La ilusión de un verano perfecto puede chocar con la realidad, generando frustración o tristeza.

  • Temores relacionados con la salud y seguridad: La exposición al sol, viajes o eventos sociales pueden aumentar preocupaciones sobre la salud física y emocional.

 

¿Cómo manejar la ansiedad durante el verano?

  • Mantén una rutina flexible: Aunque las vacaciones invitan a descansar, trata de tener horarios regulares para dormir, comer y realizar actividades que te hagan sentir bien.

  • Establece límites: Aprende a decir no cuando sientas que estás sobrecargado o que algo no te hace bien. Prioriza tu bienestar y respeta tus propios límites. 

  • Busca actividades que te relajen: La lectura, escuchar música, pintar o cualquier actividad que te guste puede ser un refugio para reducir la ansiedad y recuperar energía emocional.

  • Limita el uso de redes sociales: Compararte con las imágenes perfectas puede aumentar tu ansiedad. Dedica tiempo a desconectar y disfrutar del presente.

  • Practica la atención plena (mindfulness): Dedica unos minutos al día a centrarte en el momento presente, observando tus pensamientos, emociones y sensaciones físicas sin juzgarlos. Esto puede reducir la rumiación y aumentar tu sensación de calma.

  • Establece metas realistas: No te pongas expectativas demasiado altas. Disfruta del verano a tu ritmo y acepta que no todo será perfecto.

  • Practica la autocompasión: Sé amable contigo mismo. Reconoce que es normal sentir ansiedad ante los cambios y evita juzgarte. Trátate con paciencia y comprensión.

  • Busca apoyo si lo necesitas: Hablar con amigos, familiares o un profesional puede ser muy útil para gestionar sentimientos de ansiedad o tristeza.

 

Recuerda que el verano es una oportunidad para cuidarte, conectar contigo mismo y disfrutar de los pequeños momentos. La ansiedad es una respuesta natural ante los cambios, pero con estrategias adecuadas, puedes convertir esta temporada en una experiencia positiva y enriquecedora. Si la ansiedad se vuelve muy intensa o persistente, no dudes en buscar ayuda profesional.